Durante la década de 1950 el auge bananero permitió vivir con holgura en nuestra provincia. En los embarques de Quinindé, Viche, La Propicia, Las Palmas, en el río Santiago y en el Cayapas, en Rioverde, Galera, San Francisco, Muisne, Bolívar, etc había gran movimiento económico.

Lastimosamente, los grandes intereses creados nacionales se confabularon para enfrentar al empresario sueco Folke Anderson, que visionaba un gran futuro agrícola para Esmeraldas. Así, para fines de la década, habían echado al traste su proyecto y empezó una larga migración campesina hacia los poblados urbanos. El posterior decaimiento del poder competitivo de la fruta ecuatoriana a nivel mundial resultó nefasto y empezaron así –para inicios de la década de 1960- los descontentos políticos que desembocaron en la dictadura presidida por el esmeraldeño contralmirante Ramón Castro Jijón.

Los estudiantes secundarios de la ciudad de Esmeraldas entendieron que sus posibilidades de estudiar una carrera universitaria eran nulas por la situación económica vigente, que no les permitía a sus padres costearlas en otra provincia. Así fue cómo, del colegio “5 de agosto” en julio/1963, liderados por el presidente estudiantil Antonio Lara Quiñónez y acompañado de Jefferson Quñónez Becerra, Miguel Drouet Aparicio, Marcel Rhor Rivas, Lily Cisneros (reina del colegio), Gorky Díaz Coronel solicitaron audiencia a Castro en su visita oficial a Esmeraldas. No obtuvieron la ayuda esperada, pero la tenacidad de la juventud esmeraldeña empezó a crear todo un movimiento imparable cuando adhirieron a la idea los demás colegios, con personajes como Walter Chávez, Josué Casella, César y Carlos Hernández, Atahualpa Quiñónez, Emil Angulo, Rufino Villacrés, Antonio Morán, María Delgado, Filena Estupiñán, Luis Govea, el adolescente José Bazurto Mendoza, etc. Una magna Asamblea, que convocó alrededor de 80 personas en el parque “20 de marzo”, del lado de la calle “9 de octubre” el día 29/enero/1964, conformó la primera Directiva del Comité Pro Creación. Y cuando Lara Quiñónez en 1966 fue a Guayaquil a estudiar la carrera de Leyes lo reemplazó Walter Chávez.

Fueron ingentes las actividades que debieron realizar durante largo tiempo, reuniéndose en el Centro Agrícola Cantonal, cedido por su Presidente Edgar García Pérez, otro de los personajes cruciales en esta gesta.

Caída la dictadura militar en marzo/1966, el nuevo gobierno de Clemente Yerovi Indaburo reconoció la existencia legal de la FESE, que en Esmeraldas era liderada precisamente por José Bazurto, lo cual devino crucial pues logró la adhesión de la UNE liderada por José Jijón Saavedra y Carmen Cuadros de Donoso, del Sindicato de Choferes representado por Carlos Díaz Cervantes, de los dirigentes de los trabajadores Segundo Gonzáles y Julio Gil, y de la Federación de Artesanos dirigida por Félix Oyarvide Sánchez. El 12/julio se firmó un Manifiesto convocando a toda la ciudadanía y se realizó una marcha por la ciudad, al final de la cual el poeta Antonio Preciado pronunció un vibrante discurso. De allí en más se unieron todas las fuerzas sociales y se transformó en un movimiento provincial, a tal punto que las cooperativas de transporte interprovincial gravaron los pasajes para entregar un aporte económico en favor de la causa, lo propio realizó el propietario del cine “Esmeraldas” Eduardo Beltrán, los estudiantes esmeraldeños de otras ciudades también conformaron Comités de apoyo y los candidatos a la siguiente Constituyente para noviembre/1966 lo incluyeron en sus planes de trabajo.

Precisamente a esa Constituyente asistieron en representación provincial Edgar García Pérez que fue luego Vocal de la Comisión Nacional de Educación y el Académico de la Historia Julio Estupiñán Tello, (más adelante Dr. HC por esta universidad), quien era en aquel momento Segundo Vicepresidente de la Asamblea, cuyos papeles en tan altas dignidades fueron fundamentales para las aspiraciones de los esmeraldeños. Se logró conseguir 10.000 firmas de respaldo, encabezadas por el Obispo Ángel Barbissotti, el Prefecto Bolívar Drouet Calderón, el Alcalde Jorge Campaín Martínez, el Presidente del municipio de Limones Amadeo Rivadeneira Minaya, el Presidente del municipio de Muisne, los rectores de los colegios, los gerentes de los bancos y toda clase de autoridades y ciudadanía en general.

La creación directa de una nueva universidad pasaba, según las normativas de la época, por la aprobación del Consejo Nacional de Educación Superior, organismo que no iba a dar paso al proyecto por cuanto disminuía las rentas de las otras universidades ya existentes, tal como había sucedido con aspiraciones de otras provincias.

Así pues, Julio Estupiñán Tello concibió la idea de empezar creando Extensiones de otras universidades, lo cual resultó acertado.

1. La Facultad de Ingeniería Agronómica y Medicina Veterinaria de la Universidad Central de Quito fue la escogida para cobijar una Extensión de Ingeniería Forestal e Ingeniería Zootécnica, para lo cual se contó con el entusiasta apoyo de su rector Juan Isaac Lovato, del mismo partido de Estupiñán Tello y García Pérez. Además, en el Consejo Universitario de dicha universidad era representante estudiantil el esmeraldeño Sigifredo Saavedra Mendoza.
Así pues, el 06/junio/1968 se inauguró esta Extensión en el auditorio del colegio “5 de agosto”, con las siguientes autoridades:

Director: Ing. Iván Moreno Galárraga

Sub-director: Ing. Eduardo Román

Profesores: Dr. Sigifredo Saavedra, Ing. Jorge Prado Estupiñán, Ing. Daniel Peñafiel (física y matemáticas), Ing. Joel Regalado, J. Arroyo (inglés), Lcda. Luz María Cabezas (educación física), etc.

Planta administrativa: Edgar García Pérez (secretario-tesorero), Natasha Cárdenas y María Sánchez de Valverde (bibliotecarias), Enriqueta Balda de Plaza (estadística), Norma Loayza (secretaria), Esteban Quiñónez (chofer), Cipriano Quiñónez (conserje), etc.

Entre sus primeros estudiantes constan: Alfredo Arévalo Tello, Betto Vernaza Castillo, Oswaldo Cervantes, Gilberto Pullas, Víctor Hidalgo, Roy Rojas, Edmundo Pérez, Nelson Estupiñán, etc, para un total de 60 alumnos.

Las clases se iniciaron en el edificio de los herederos de Telmo Bastidas, calle 10 de Agosto entre Olmedo y Colón.

1. La Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Laica “Vicente Rocafuerte” de Guayaquil fue la escogida para cobijar una Extensión del mismo tipo, para lo cual se contó con el entusiasta aporte de Enrique Suárez Pimentel, a la sazón Presidente de la UNE Provincial, el cual contó con el apoyo de Olga Pimentel de Morcillo, Gabriel Iriarte Ríos, Dalinda Mendoza Manzaba, Marcel Pérez, Alexa Méndez Bernal, Benito Reyes Pazmiño, Carlos Ojeda San Martín, Sonia Rodríguez, Haydé Correa Mina, Irma Loor, Guillermo Bustos y una gran cantidad de maestros normalistas.
De esta forma, el 12/mayo/1969 se inauguró esta Extensión, con las siguientes autoridades:

Decano: Lcdo. Alfredo Pinoargote Cevallos

Sub-decano: Enrique Suárez Pimentel

Profesores: Dr. Olmedo Portocarrero, Lcdo. Antonio Sotomayor, el sacerdote Pino Mariani, Dr. Segundo Salas Meza, etc

Entre sus primeros estudiantes constan, a más de los ya citados impulsadores: Lenin Solís Cúlter, Jefferson Sánchez Quintero, Carlos Gámez, Emérita y Ana María Quiñónez, Elda Estupiñán, Vicente Tobar Jarrín, Damián Gudiño, Jorge Centeno, Lipsia Jijón, Ivers Bedoya, Alejandro Bodero, Remigio León, etc, para un total de 110 alumnos.

Las clases se iniciaron en dos aulas cedidas por el colegio “Luis Tello”.

La década de 1970 inició con los graves problemas económicos de siempre en nuestro país, pero con la ilusión del nuevo renglón económico que era el petróleo.

La Extensión de Educación había creado la Escuela de Administración y Economía, pero todas las carreras estaban en riesgo de desaparecer por la falta del financiamiento necesario. La solución más conveniente ante tal panorama era la creación de una universidad autónoma con rentas propias. Pero el asunto devenía cuesta arriba. Era necesario llevar adelante otro proceso de creación y para ello se conformó el respectivo Comité, liderado por Enrique Suárez Pimentel. El potencial de una provincia unida es realmente grandioso.

Nuevamente brotó la gran animosidad de los esmeraldeños, hombres y mujeres jóvenes, que buscaban la superación personal. Y nuevamente todos los estamentos provinciales respondieron favorablemente ante tan plausible actitud.

Se buscó el financiamiento por el ámbito estatal y el privado. Primero, para solventar de manera suficiente lo logrado hasta la fecha. Segundo, para crear la universidad propia. Las mujeres organizaron toda clase de actos para recaudar fondos, el periodismo colaboró gratuitamente en todas las campañas informativas y motivacionales, se realizaron visitas a todas las universidades del país para conseguir el voto favorable de los rectores una vez que se supo que la opinión del Dr. Manuel Agustín Aguirre, rector de la Central, era la de cerrar la Extensión, se verificó innúmero de viajes a Quito, etc.

Cabe destacar en esta etapa al segundo Diputado provincial Jorge Raad Estrada, quien propuso en la sesión del Legislativo la aprobación del proyecto; y al Senador provincial comandante César Plaza Monzón, Vocal de la Comisión de Presupuesto, que asignó los primeros dineros sin los cuales hubiese sido imposible esta creación, al Dr. Enrique Vásquez Jara que preparó los estatutos, al Lcdo. Wellington Jaramillo, secretario del Diputado provincial Conto Patiño Martínez, donde se redactó el decreto correspondiente, dotando de financiamiento permanente al proyecto con las rentas provinciales, todos ellos requisitos legales indispensables. En la maratón radial, hasta las personas más pobres entregaron su óbolo en favor de la causa provincial, tal es el caso de los niños betuneros que entregaban 20 centavos de sucre de sus ganancias diarias, mismas que les fueron resarcidas con las cajas de bacerola donadas por el almacén “El Artesano”. Entre los Diputados de otras provincias merecen gratitud el Dr. Galo Atiaga Bustillos, Asambleísta Constituyente por Cotopaxi y el Dr. Jorge Salvador Lara, Diputado por Pichincha, que propuso el nombre de nuestro héroe provincial. Quien habla, en su calidad de brigadier de la Academia Militar Ecuador de Quito, tuvo el honor de ser alumno de estos 2 grandes intelectuales ecuatorianos.

Finalmente, el 21/mayo/1970 se publicó en el Registro Oficial el decreto de creación de la Universidad Técnica Luis Vargas Torres de Esmeraldas. El 03/junio se conformó la Comisión de Gestión para planificar el inicio de las labores, entre ellas la transferencia de la totalidad de los recursos económicos por parte del Ministerio de Finanzas. Y finalmente la noche del 22/agosto, en gran Asamblea Universitaria, se eligieron las principales autoridades, que fueron:

Primer Rector: Dr. Luis Prado Viteri

Primer Vice-rector: Ing. Luis Zatizábal Maldonado

Al Consejo Universitario:

Por la Asamblea: Dr. Sigifredo Saavedra Mendoza

Decano Agropecuaria: Ing. Iván Moreno Galárraga

Decano Educación: Lcdo. Alfredo Pinoargote Cevallos

Por los estudiantes de Agropecuaria: Gilberto Pullas Morales

Por los estudiantes de Educación: Marcel Pérez Estupiñán

Tesorero: Edgar García Pérez

Secretario-Procurador: Dr. Carlos Arce Alvarado

En esta sucinta narrativa resalta un detalle único en la historia del Ecuador: nuestro claustro se debe a la iniciativa y lucha popular de toda la ciudadanía esmeraldeña, de todos sus estamentos sociales que se aunaron en un verdadero proyecto provincial. No es una dádiva que nos haya obsequiado nadie. Se debe al pueblo y a él le pertenece. Es algo que ninguna autoridad debe olvidar.

Es, además, un legítimo timbre de orgullo para todos nosotros, especialmente para la juventud estudiosa, como ustedes, pues fue de dónde partió la iniciativa. Pero nunca olviden, por otra parte, que ello representa también un gran compromiso moral: el no permitir jamás su decaimiento y cierre.

Sea este el motor que ahora, bajo la conducción del Dr. Girard Vernaza Arroyo y la Dra. Damarys García Céspedes, nos lleve a lograr -todos juntos- la acreditación a la categoría B, que todos anhelamos y a la que estamos requeridos por mandato de la ley.

Miembro de Número Academia Nacional de Historia. Miembro Correspondiente Extranjero Academia Nariñense de Historia. Miembro Correspondiente Sociedad Nacional Genealogistas.